Sunday, March 30, 2008

Once

Después de un viernes de trasnochada hoy fue un día de sofá y apoltrone, lo bueno es que pude ponerme al día con netflix que lo tenía un tanto abandonado (netflix es una versión más moderna del video club J). “Once” es un peliculón altamente recomendable para los entusiastas de la música de esas que te enamoras de los personajes…. Quizá porque se comunican con música y eso es algo que entiendo, que la música para mí es una forma de expresar cosas, que es verdad que la gente hablando se entiende dicen, pero algunos se ve que hablan mejor que otros y yo llegue tarde al reparto, así que para eso está la música. Así como Rob Gordon (el de High Fidelity) ordenaba sus discos en orden cronológico yo podría ordenarlos así también, o por la persona que te traen a la mente, o por humor y tener el tema apropiado para que te acompañe en sentimiento, o para cambiarlo también cuando el que el que tenés no te gusta.

Innocent When You Dream o Grapefruit Moon de Tom Waits para una noche estrellada. Time (que no la había escrito Andrés) y Confortably Numb de Pink Floyd acompañan esos días grises de lluvia. Más de Cien Mentiras del infaltable Sabina o José Sabía de la Vela sirven para esos mismos días pero cuando no querés acompañar al mood del día y decidís que en tu mente brilla el sol. Magic and Loss de Lou Reed es un himno recurrente, de esos que te repetís de tanto en tanto, porque “there’s a bit of magic in everything and then some loss to even things out”. La Estatua del Jardín Botánico de Radio Futura está de más para ratos de no hacer nada, y es que parece que no sos el único que mata el tiempo. En mi Pecho del Ultimo de la Fila siempre me alegra la vida al igual que My Time de Jane’s Adiction y salgo de ahí pensando que hoy la fuerza me sonríe. Most of the Time de Bob Dylan me recuerda que a veces no. En fin, que podría seguir esta lista incansablemente, pero calculo que a usted querido lector, esto le resulta irrelevante :).

Lo que en definitiva importa, es que Once – la película – está realmente muy buena.

Thursday, March 27, 2008

Gracias mamá Hubbard!!

En este país se valora más a la persona que a las máquinas – lo cual es filosóficamente correcto, al menos mientras no entremos a la “Age of the spiritual machine” – suponemos que es por eso que los electrónicos son baratos pero las cosas que involucran gente no.

Lo que vale la depiladora por ejemplo no tiene nombre y te hace pensar que quizá le erraste de carrera. No es que tenga ella una vista muy linda de la vida, pero los 80 dólares que te cobraría – si fueras – por depilarte la pierna seguro hacen que la cosa se vea mejor. La peluquera es bastante más feliz, también te cobra como 80 dólares por un corte de pelo y otro tanto por el color y encima tiene la satisfacción en la vida, según mi peluquera uruguaya Antonia, de generar felicidad en la gente, que se van después de pasar por sus manos con una sonrisa en la cara y luciendo esplendidas, que sí, que lo dice ella, que todas nos vamos esplendidas. Fijáte vos que lindo laburo ese de generar felicidad. Y si encima metiera 80 dólares por la media hora que le llevó la tarea, aquello es la panacea. La suerte de estas nobles trabajadoras en los estados unidos es la desgracia de nostras consumidoras, que no podemos ser tales.

El otro tema, y he aquí el punto de esta historia, que se extraña del maravilloso país de servicios que es el Uruguay es el delivery. Al cual encima lo llamamos así en inglés como si fuera un concepto masterizado por los países angloparlantes. Allá el teléfono es una herramienta poderosa, lo levantás y tenés en la puerta de tu casa lo que quieras, las compras del súper, lo que te olvidaste del súper y necesitas del almacén, los biscochos de la tarde (el mate si te lo tenés que hacer vos), chivitos, empanadas o lo que te guste cenar, el alka-seltzer de la farmacia por si te excediste Demetrio. En fin, lo que quieras por grande o pequeño que sea.

Acá salvo la pizza y la comida china nadie te trae nada. Y de las compras del supermercado ni hablar. Hay solo un súper online que no solo te cobra el delivery sino que aprovecha y te cobra todas las cosas mucho más caras. Hay dos factores en mi vida que hacen que esto sea un problema: el primero es que no tengo auto, el segundo es la coca cola. Hace un tiempo me compre un carrito de supermercado - ya quedamos que acá la cosa nunca es por falta de equipamiento - pero el pobre no puede cargar muchos packs de coca colas y encima el camino es de esos de baldosas corrugadas (o como se llamen) y el carro va todo el viaje saltando molestamente. Siguiendo el espíritu que intentan inculcarte en este país, eso de que rendirse jamás, cada tanto gügueleaba esperanzadamente ‘coke delivery’ y términos semejantes a ver si logro encontrar la solución a mis problemas de abastecimiento cocacolístico.

Hasta que finalmente encontré a mamá Hubbard.

Este es un servicio maravilloso. Resulta que mamá hace las compras por tí en el supermercado que te quede más cerca. Vos le das la listita de lo que querés y ella te trae la cuenta de lo que pagó y luego te cobra 14 dólares (créanme que es barato) por su esfuerzo. Es más o menos lo que te valdría el taxi y no tenés que complicarte. Su empresa se llama ‘mother hubbard’ y yo me la imagino como una señora grandota y bonachona que hace pasteles de cherry y en su tiempo libre vela por sus adoptados hijos para que tengan de que comer en casa. Yo me di a la adopción rápidamente.

Así que le pasé mi primer pedido. 20 packs de coca cola light y ya que estaba un pack de aguas, en fin esas cosas que yo no puedo cargar, que para lo demás a mi me divierte este tema del súper. Mamá, que es muy buena y atenta me llama a decirme que se dió cuenta del error:

- Le habrás errado al teclado hija mía que pusiste 20 packs, en realidad son dos?
- No mami, que está bien, son 20 si…. (es que hay que hacer rendir los 14 dólares…)

Mamá no estaba preparada para tal cosa. El pobre amigo que me trajo las cosas – es que mamá se ve que no viene siempre en persona a pesar de que yo quería conocerla ya – hizo como 3 viajes para subir mis cocas, cada vez que entraba al apartamento me miraba con sonrisa de esas que esconden un pensamiento no muy feliz sobre mis progenitores. Se ve que mis hermanos adoptivos encargan cosas como 1 kilo de tomates, unas presas de pollo, en fin, cosas que se meten en bolsas y es sorprendente la cantidad de bolsas de súper que el ser humano puede colgarse a los brazos. En cambio con los packs de cocas no es tan fácil, más de 4 no podes. Ya lo sabía yo señor. Le confesé que no tenía ninguna fiesta, que pensaba repetir un pedido similar una vez por mes, quizá con mas cocas, que a ver cuánto me duraban las 240 latas.

Creo que secretamente mamá está pensando en devolverme a la calle y que me busque la vida. Pero yo cada vez que abro mi heladera para agarrar una coca, pienso en mamá hubbard y virtualmente la abrazo fuerte y la miro con cariño diciéndole ¡Gracias!

Es mentira que ha muerto el rocanrol

Quizá porque durante su primera juventud se curtía peña, canto popu y guitarra española, nuestra heroína – a quien llamaremos Judy Nails - no sabía en ese entonces que tenía alma de rocanrolera. A partir de cierto momento, difícil precisar bien cuando, el sueño de ser bajista en una banda de rock pasó a ser parte de la lista de cosas que se imaginaba para sí, a sabiendas de que nunca sería verdad.


No hace demasiado tiempo, en su breve paso por las tierras del sur, se sorprendió al presenciar la habilidad con que su pequeño sobrino – a quien llamaremos Sparks - se desempeñaba con una Gibson Les Paul. El gurí usaba cuatro notas con destreza, a la vez que se daba el lujo de dar giros despreocupados como si la masterizar Black Magic Woman no requiriera una concentración absoluta.


Estando allí Judy tuvo una epifanía. Iba a vivir su sueño rocanrolero y ser miembro de una banda.


Comenzó de abajo trabajando duro. Inicialmente el público la abuchaba. Durante un tiempo coleccionó tomates virtuales que apilaba con vergüenza mientras se preguntaba si algún día lograría realmente realizar su sueño. Poco a poco logro cierta aceptación, a pesar de que seguramente no era la performer mas interesante, ya que la tarea requería su absoluta concentración y nada de intentar los ostentosos pasos de baile que Sparks ya dominaba. Semanas de dura práctica finalmente rindieron su fruto y con orgullo escuchó por primera vez a los fans gritar al unísono “You Rock!”.


Con renovada ilusión Judy practicó noche y día, más noche que día – esperando que los vecinos apreciaran su arte musical. Y si no lo apreciaban… que aguante el rocanrol!!! Después de vencer a Slash en un duelo de habilidad decidió que era hora de salir de la cueva y buscar más gente como ella.


Fue así que dio con la banda que circunda la localidad de Lincoln Park. Los dueños del garito de turno hicieron un llamado abierto a los interesados en integrar una banda de garaje. La participación fue abrumadora. Los sospechosos de siempre y alguna cara no tan frecuente pero igualmente ilusionada en practicar sus habilidades musicales. A la vez que se devoraban media-lunas de jamón y queso y alfajores – a la banda hay que mantenerla con la panza llena y el corazón contento – sonaban las notas de diversos temas que fueron desde Creep de Radiohead hasta Enter Sandman de Metálica.


Judy Nails demostró que con la batería estaba “on-fire” y los palitos amenazaban a partirse en dos dada la energía con que aporreaba los platillos de colores. El highlight de la tarde fue seguramente la profunda voz de Keith cantando Dead or Alive de Bon Jovi. Sal y nuestra heroína lograron engañar a la máquina obteniendo una calificación de “awesome” entonando “la la la” mientras los Ramones cantaban Blitzkrieg Pop… andá a decir “Blitzkrieg” si sos brujo!


Futuras novedades de los avances de Judy y el desarrollo de la Banda de las Media-Lunas aparecerán en esta publicación a medida que los eventos se desarrollen. El rocanrol vive y lucha!



Tuesday, March 25, 2008

Diamonds are forever

Nunca fui yo una persona muy mística y cuando hace ya casi par de años emprendí el Camino de Santiago no iba en busca de espadas, iluminación, o nada más que demostrarme a mi misma que podía hacer lo que se me planteara hacer. Que si un día una idea te parecía loca y lejana era solo porque uno lo juzgaba ‘loco’ o ‘lejano’, pero era posible, si uno realmente tenía ganas de hacerlo. A pesar de ser siempre la última en las caminatas de los scouts y no ser muy dada al ejercicio, si quería caminar 7 días podía.

Si el resultado del camino terminaba siendo encontrar espadas o tener algún momento místico bajo el camino de la vía láctea barbaro, si encima encontraba el oro de los templarios aún mejor. Pero no buscaba nada de eso.

Este fin de semana reflexionaba que a pesar de no haber tenido ningún momento iluminista, sí hubo algo que aprendí en el camino. Quizá yo que tiendo a ver las cosas desde un punto de vista demasiado holístico no me doy cuenta de algunas cosas que aprendo hasta que pasa el tiempo, hasta que las integro a mi yo. Creo que en el camino aprendí a valorar lo casuístico, los encuentros al azar, cuando uno sin cargar con su historia personal, ni cargar con la del otro comparten un rato, quizá unas horas, en donde las vidas se cruzaron ahí. Resulta que de esa forma conoces gente que en otras condiciones de la vida no hubieras conocido. Aprendes del mundo y de vos.

En el Uruguay en el fondo somos todos muy parecidos – sin ánimo de ofender la individualidad de nadie – o mejor dicho, se movía uno quizá en círculos de gente parecida, también llamada GCU (Gente Como Uno). Dime con quién andas y te diré quién eres. Ames en ese sentido fue un poco abrir la cabeza a gente mucho más diversa. Pero con cierto terreno común también, ya fueran etapa de la vida o inquietudes académicas, cierto espíritu aventurero o lo que te hubiera llevado allí.
En el camino en cambio, quizá estabas caminando al lado de alguien parecido, quizá no, lo único que te unía era que el mismo día coincidías caminando la misma ruta al mismo tiempo. Sin embargo recuerdo de alli gente con mucho cariño por más que haya compartido solo algunas horas o como mucho algunos días con ellos. Quizá crucé conversaciones tontas con algunos, quizá conversaciones muy profundas, pero siempre quedaba esa idea de que si bien podías no tener nada que ver, igual podías compartir algo, incluso así valía la pena haberse encontrado. De la mayoría no me acuerdo el nombre, me acuerdo las caras, me acuerdo el momento que compartimos. Desde entonces escucho mi música siempre en random y algunas veces el tema que suena es el absolutamente adecuado al momento (y en otras por supuesto no). Aprendí que las cosas importantes no necesariamente son las que duran para toda la vida. Las cosas importantes son las que te impactan de alguna manera u otra y que llevas siempre contigo por más que hayan sucedido durante poco tiempo.

La reflexión venía mientras explicaba a una amiga porque me gustaba esta cuestión de los couch-surfers. En cierta forma es un poco continuar eso del camino, de encontrarte con gente diferente, o de jugar del otro lado y albergar al caminante. Este año estuvieron por casa ya 3 viajeros, una francesa DJ con quien me lo pase muy bien realmente, por motivos profesionales ella tenía que visitar muchos bares y yo confieso haberme divertido mucho en el mundillo de los DJs. También estuvo un portugués que era personal trainer y chef - que cocinó dos muy ricas cenas, pero de correr pasamos ;). – . El tipo venía equipado con una guía del underground chicaguense, así que también hicimos seguidilla de salidas a sitios que seguramente no hubiera conocido de no ser por él y también me resulto muy divertido. El finde pasado se quedo en casa otro portugués, fotógrafo profesional que andaba de conferencias y afín promocionando su trabajo en búsqueda de alguna oportunidad de exponer o hacer un libro. Las fotos me parecieron un tanto surrealistas cuando las vi online, pero luego nos hizo una presentación de su trabajo en que explicaba su idea, o lo que quería transmitir mientras veíamos las fotos, y realmente fue súper interesante, ahí veías las fotos de otra forma, por sus ojos.

Albergar couch-surfers siempre me resulto una buena experiencia por más que algunos ratos confieso preferiría llegar a casa y tirarme en mi sofá, pero el mismo estaba ocupado. Hay gente con que haces clic enseguida y que no tenés que hacer un esfuerzo, otros en que tenés que poner un poco más de vos. Creo que siempre vale la pena y hace al mundo un poco más chico. Es un sentimiento que me nació en Ames y que esto lo continúa, de que el mundo no es ya un espacio enorme y desconocido sino que ahora es gente y lugares y tradiciones que uno entiende un poco más y por ende disfruta y valora más.

Mi amiga le llama a esto del couchsurfing ‘tu proyecto filantrópico’, pero en realidad yo creo que uno tiene un interés en el tema, el interés de ver el mundo por ojos ajenos, el interés de poder vivir otras vidas por un ratito y ser parte de otros mundillos, o imaginar dar la vuelta al mundo con 20 dólares por día – como dice Sabina eso de vestirse en el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré.

Los diamantes duran para siempre, inmutables, y supuestamente por eso son tan valiosos. Quizá esta bien para las piedras, pero cuando hablamos de gente, para mi inmutable es malo y hay cosas que transcurren en el orden de días o meses que quizá valen tanto o más.

De aviones y aeropuertos...

Por algún motivo de la vida aviones y aeropuertos siempre dan de que hablar.

En esta oportunidad [aprendí yo en mi época de encuestadora telefónica que esta era una buena forma de empezar un párrafo] la cosa arranco como otras veces, demostrando que gracias a dios la cabeza va pegada al resto de mí, y que los despistados tenemos mucha suerte. Estuve un par de días en California de visita a uno de mis clientes preferidos y muy prolija yo salí hacia el aeropuerto con tiempo, nada de andar corriendo por ahí. Pasados todos los trámites de seguridad y afines me dirijo hacia la puerta 27 con tiempo suficiente, por lo cual decido llamar a un compañero de trabajo que teníamos que rever las especificaciones de otro sistema. Me acomodo en la butaca con vista avizora sobre la puerta de embarque y ahí arrancamos a arreglar el mundo – o si no el mundo el sistema en cuestión -. La conversa viene detallada, bárbaro que podemos revisar varios puntos, que bueno que el aeropuerto está tranquilo y que no jodo a nadie yo con tanta chachara. Ahí seguimos que esto y aquello y ya pienso yo que igual tenía tiempo pero quizá no tanto como para que no hubiera movimiento alguno en la puerta 27. Nadie más sentado a mi lado esperando. Ya venimos terminando la revisión así que digo que sí, que la seguimos mañana porque igual me voy a fijar la hora que es y que está pasando en el aeropuerto, que no hay más nadie para el vuelo a Chicago.

Acto primero mirar de vuelta el ticket de embarque… oops… que era la puerta 17… que quedaba en la otra terminal. Y que casualmente es la hora en que el avión despega. Ataque de pánico que era el último vuelo desde Oakland a Chicago. Corre Lola corre. Primer punto en que apreciamos nuestra suerte es en el hecho de que Oakland es chico y entre una terminal y la otra hay una carrerita nomas. La carrerita concluye en la puerta 17. Cerrada. Nadie alrededor. Mirada desesperada de donde está el customer service para ver ahora como lo podíamos arreglar. Pero son las 6:07 y el avión todavía esta aun enchufado al tubo que no sé como se llama. Me abalanzo sobre el mostrador culpando a mi cultura que me enseño que podía ignorar a los que estaban delante haciendo cola y lloro “mi avión está todavía ahí parado!!! Que hagooo?”. El chico que está al lado mío dice “es también mi avión”. Establecemos vínculo de unidos en la desgracia y nos miramos con simpatía. La amable mujer del mostrador mira mi ticket y el de él y me dice a mi “andá a la puerta nomas que te dejamos embarcar”. “Y yo?” pregunta mi compañero en desgracia. A lo cual la chica responde “Tu no”. Así que con cara de circunstancia y agradeciendo que nuestros caminos se separaran por ese motivo le dije “chau” y corrí a la puerta que vinieron a abrir para mí. Segunda muestra de que los despistados tenemos suerte. Albricias!.

Pero, en la vida dicen que eso del karma aplica, así que para compensar tanta buena suerte…

Entro al avión sintiendo las miradas de todos sobre mí. Si señores, cuando dijeron por el altavoz que iban a esperar unos minutos para despegar por una despistada que estaba de charla al teléfono en la puerta incorrecta, era por mí. Procedo rápidamente a sentarme sin hacer mucha elección – cosa que uno siempre hace en los viajes de Southwest donde no hay asientos numerados y elegís donde te sentás -. Me llamó la atención que hubiera lugar adelante, en la segunda línea. Y que en estos sitios de 3 asientitos había una niña en la ventana y una mujer en el pasillo y quedaba el del medio libre, allí me ubique rápidamente cosa que mi cabeza estuviera tapada por la butaca y no sintiera más la mirada recriminadora del público.
Saludos de ocasión amables para ambos lados, a la niña y a la mujer, que dado que opinaba sobre si la niña debe hacer esto o aquello pensé yo que era una madre un tanto desamorada nomas que se sentaba separada de la hija, o quizá claustrofóbica que no pudiera ir en el medio y la niña histérica de la ventana. Vaya uno a saber que hay gente para todo. La cosa empezó tímidamente, mientras yo ojeaba una revista la niña opinaba sobre cada santa página y me hacia volver atrás y adelante, yo con paciencia diciéndole a la mujer que no se preocupara que estaba bien, que la niña no me molestaba. Luego no sé como salió el tema del español así que la niña que sabía contar hasta 10 quería que le enseñara yo a contar hasta 100. Al llegar a 30 ya me estaba dando un ataque de caspa así que le dije “ de acá sigue todo casi igual, solo tenés que decir el de las decenas antes y los números del 1 al 10 hasta que llegues a 100 y tá”. Acto seguido saque mi libro como clara indicación de que ya habíamos contado suficiente. Pero esos códigos de los adultos no significan nada para las inocentes mentes infantiles de los 8 años. Así que ahí tuve que contarle como se decía en español “dog”, “mom”,”chapter 6”,”you are not the only one that knows spanish in school” y montones de otras frases de diversos niveles de complejidad. No me hubiera quejado si acto seguido no hubiera sacado ella papel y lápiz para escribir todo lo que estaba aprendiendo y quería que le deletreara yo todo esto. Cuando yo le decía “be” ella me entendía “de” y yo con espíritu lectivo encima la corregía, mientras miraba a la madre con cara de “este es un buen momento para que usted le diga a la niña que ya deje de molestar a la señora”. Pero no paso.

A la hora de los refrescos la madre se pide un Chardonay y se enchufa los auriculares. Claramente esta verde de escuchar como se dicen las cosas en español y necesita un rato de relax. La niña me dice que le duele el dedito porque tenía la uña no se que… yo pensando “si tuviera un tylenol PM… o un buen plidex” y se lo pasaba como aspirineta y si quería hasta le decía como se decía en español. La niña no necesitaba una coca cola porque tenía ya uno de esos vasos de 1 litro. Deberían prohibírsela a los niños tan pequeños que no se duermen nunca!. Resignada a que el viaje no iba a ser de esos de date vuelta y dormí, saco mi laptop y me pongo a escribir cosas, a ver si al menos hago algo útil… mientras por supuesto sigo traduciendo fases y participando en la charla con la amistosa niña que ya me abraza y lo nuestro es amor, nunca aprendió tanto español todo junto.

Siguiendo las leyes de causa efecto, acción y reacción, resulta que luego del litro de coca cola la niña tiene que ir al baño cada 10 minutos, así que a pararse todos. En la tercera vuelta al baño, ella muy observadora me pregunto por qué yo no dormía en los aviones, cuando ella veía que a todos los adultos les gustaba dormir. Yo pensé que su cerebro no estaba todavía pronto para tolerar el sarcasmo o alternativamente una respuesta demasiado directa, así que le dije que estaba trabajando. Ante lo cual ella muy preocupada me dijo que no debía trabajar tanto. Bonita.

En el cuarto viaje al baño la azafata no tuvo mejor idea que regalarle una bolsa con todos los paquetes de manies que habían sobrado. Al abrir el primero volaron todos los manies por los aires. La madre de alguna forma autística había logrado estar en su boya durante todo el tiempo sin inmutarse mucho y disfrutando su chardonay. Yo ahí pensé que era verdad que el infierno son los otros. Después el súper-yo me rezongó de que “como iba a pensar yo eso de una dulce niña y que poca paciencia tenía”. Acto seguido volaron todos los paquetes de manies, ya no sé por qué motivo, pero ahí está la niña arrastrándose debajo de mi asiento en maniobras dignas del cirque de solei. Prueba superada consiguió recuperarlos. Luego de comerse todos los santos manies y faltando ya solo 10 larguísimos minutos para aterrizar resulta que se siente mal. Obvio, con todos los manies que se zampó. Insiste que además tiene que ir por quinta vez al baño. La madre le dice que estamos aterrizando y que se aguante, y que acá tenés la bolsita para vomitar si necesitas. Yo ahí pensé que era el acabose, pero le dije que mejor le decíamos a la azafata que la dejara ir al baño. La madre me dice que seguramente se puede aguantar. Y que cualquier cosa si está realmente sick ahí está la bolsita. Rápidamente puse mi laptop y camperita de cuero a salvaguarda, bruja materialista yo que ante el sufrimiento de la niña pensé en proteger mis bienes materiales. Gracias a dios sobrevivimos.

Al llegar al aeropuerto el azafato viene a buscar a la niña que aparentemente viajaba sola, que la “desamorada madre” no era tal, sino una buena señora que había intentando ponerle algún límite a la pobre niña y que luego había intentado resolverle los problemas con la bolsita para vomitar. Las apariencias engañan. Me alegré por la niña porque si esa hubiera sido su madre era comprensible que tuviera que hablarle a todo el mundo hasta por los codos durante 4 hs para compensar la falta de bola que le daba. Así que nos despedimos, grandes amigas. Así me había quedado la cabeza.

Pero ya por suerte en mi hogar dulce hogar. Aviones y aeropuertos siempre dan que hablar. Pobre de mí con lo que me gusta volar.

Friday, March 21, 2008

Life is beautiful

Mientras uno acá jugaba al wii con los amigos, cena de la barra, tortilla, pinchos, queso y vino – que nunca falte un buen tanat – mi casi abuela comenzaba a morir…
Mis abuelos de verdad se fueron del país siendo nosotros muy niños. Cuando mis abuelos maternos volvieron al Uruguay, mis hermanos y yo éramos quizá muy grandes ya para tener relación de abuelo-nieta, si bien tengo si algunos recuerdos abuelísticos de la infancia y de mis abuelos maternos ya de más, pero igual así en comparándome con otra gente creo no haber tenido una figura de abuelo/abuela, salvo mi tía-abuela… Bueno, pues al caso, que “la tiucheli”, anda ahí peleando quizá sus últimos días… no era como Highlander… aun que anduvo cerca.

La tía personifica la esencia de una de las cosas que más me gusta de mi familia: empuje y alegría de la vida. Quizá por eso era difícil - para uno - verla seguir pero ya sin tantas ganas. Porque en toda la vida lo que nunca le faltaron fueron ganas, de vivir y de pelearla siempre. De ver lo mejor en cada uno. Siempre todo era fantástico, y quien fuera que cantara tenía una maravillosa voz. Mezcla de “Life is Beatiful” y “Big Fish” - al igual que muchos en la familia, quizá un poco al igual que yo -. Cuál de las dos dependía un poco del momento personal de uno, según como lo miraras, según si te venia mejor la píldora roja o la azul.

Pero más allá de sí el mundo es maravilloso o no, o de sí cantamos cada día mejor como Gardel, mi tía vivió – todavía vive – una buena vida, una vida en que siempre se distinguió por dar. Dar sin mirar a quien, dar por la alegría de hacerlo. Una vida generosa. Con cierto nivel de inocencia – ese nivel de inocencia que es necesario tener para vivir en un mundo feliz - que seguramente hizo que alguna vez se diera contra algún muro, pero sí lo hizo no le cambio el nivel de optimismo y confianza en que la gente y el mundo eran buenos. Su marido murió joven, no tuvo familia propia y seguramente la quiso, pero el resto del mundo fue un poco su familia, y mi familia quizá un poco más.

Si en realidad uno se detiene a mirarlo, le pasaron muchas malas… pero aun así vio lo mejor en todo, y toco la vida de mucha gente. En cierta forma una inspiración. Siempre quiso vivir. Y cuando los médicos pensaban que ‘esto no se arregla’ ella creía que si, y se arreglaba. El poder de la fé. Nunca le pareció nada demasiado tarde, a los ochenta y algo se le ocurrió que siempre había querido tocar el piano y por qué no, se compro uno para aprender a tocarlo. O se preguntaba si debía aprender computación. Cuando estaba en B y uno estaba ya en tono de que bueno "vamos a ver qué pasa…”, ella hablaba de su futura fiesta de cumpleaños de cuando cumpliera la próxima decena y la cumplía. No faltó a ningún evento, lloviera, tronara o se sintiera pal’caracho siempre encontró fuerzas para participar de una navidad mas, del casamiento de Marcos, de todo, e incluso para hacerlo en gran forma y entrar caminando, a pesar de no poder hacerlo y que le costara unos cuantos días de recuperación después. Los demás siempre estaban primero.

No da para listar todos los problemas de salud que tuvo, en que todos pensábamos “pah, esto es terrible, no se va a recuperar” y siempre lo hizo. Ganas de vivir. Pensar que cuando yo me fui – en el 2002 – al despedirme pensé que era la última vez, y sin embargo cinco años más tarde me despedí tantas otras veces. Esta vuelta parece que ya no… y si bien estuve hace poco por Uruguay y por su casa, la capacidad de negación intrínseca que uno tiene hizo que tampoco me despidiera tanto, ella habló de cuando cumpliera 100 y yo ya pensé que igual podía ser nomas. Vamos, que después de todo el optimismo y la idea de que la vida es bella, se ve que es parte de la hemoglobina familiar.

En realidad creo que ella también debe, a esta altura después de 5 años con hemiplejia y sin poder circular mucho, estar un poco cansada de pelearla, sin poder disfrutar de las cosas que para ella siempre fueron importantes, encargarse de hogar de niños que fundó con su marido, tocar el piano, como jugar a las cartas, reunir gente, leer, caminar, visitar a los presos y sus diversas actividades de caridad. Y si es así, uno debería aceptarlo por ella… a veces también uno le pide a la gente que viva más, y lo hace por uno, y no por ellos. Igual es difícil. Incluso cuando alguien realmente ha vivido una vida plena, una buena vida, igual es difícil aceptar que tiene que tener un fin… Solo podés desear que sufra lo menos posible, que ya ha pagado su cuota, y si hubiera – o es si es que hay – una cuenta de tipo ‘debe/haber’ de karma en esta vida, la tía tendría más que saldo positivo y debería tocarle lo mejor. Su vida es un poco como esa idea paradójica de que la gente que menos tiene es la que más da, en el caso de la Tía es semejante, no es necesario haber tenido la vida más feliz de todas para que veas al mundo color de rosa y seas causa de felicidad en los demás.

Así que mientras internan a la tía, y le enchufan la morfina para que la pase mejor, desde acá uno piensa que éste es uno de esos momentos en que es difícil estar lejos. En que debería haber llamado días atrás por su cumpleaños y en que poco importa el cariño cuando no se demuestra. Pero es egocentrismo nomas, porque en el momento no importa si yo llame o deje de llamar, si demostré o deje de demostrar, no importa yo, sino ella. El cíclo de la vida continua, y aun que haya momentos malos la vida es bella. Ella no lo querría de otra forma.

Wednesday, March 19, 2008

Tres por Tres

Esta va de notas cortitas, nada de grandes anécdotas estos días…

La primera es que luego de visitar al oculista - por ver luces de tanto en tanto - el buen doctor me dijo que a menos que viera el túnel alrededor de la luz no tenía de que preocuparme. Mis ojos bien. Si me hubiera visto el Dr. Solari seguro seguiría sosteniendo que de haber vivido yo unos años atrás o si hubiera sido una jíbara del Amazonas, pues nadie hubiera dicho que tenía yo un problema de visión. Alegría, alegría, que las luces de mi mente no significan nada.

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La segunda es que hemos vuelto a constatar que, en este mundo no hay como estar del lado oscuro, y si sos buen ciudadano sos el único que te jodes. Resulta que – como muchos ya saben – hará unos meses yendo de visita al siempre bien ponderado Ames, un inoportuno policía me agarró infraganti en cierto exceso – y si, exceso de esos de exceso – de velocidad. Que le puedo decir Sr. oficial? Pues nada, que iba rápido sí, se asume la culpa y se paga la multa. Con la consecuencia de que ahora estoy jodida con las compañías de seguros por los próximos tres años por ser un potencial “endangerment” de la gente a la redonda (Yo que era tan buena...)

Pues anoche, estoy de cena, con un grupo de gente donde la mayoría juega de locataria en este benemérito país, y en la conversa sale el tema de las multas de tráfico. El comentario fue “pero y como que pagaste? Entonces estás jodida!”. Resulta ser que acá si te ponen tu multa, vos no pagás, apelás y vas a juicio. De esa forma tenés altas probabilidades de que la multa no quede en tu registro y con suerte ni la pagás. Las circunstancias en las que podés ganar el juicio son muy divertidas, como por ejemplo ‘el fiscal no tiene testigos’ (como testigos nos referimos básicamente al buen oficial que correctamente me detuvo, cumpliendo con su trabajo ). Si resulta ser que el tipo no se apersona, el juicio automáticamente se anula y por ende lo tuyo es la inocencia. Recomiendan entonces fijar las fechas del juicio en momentos molestos, como el viernes a las 4:30 pm, o el lunes a las 7:00 o momentos en que le rompa las pelotas al pobre oficial, que seguramente tiene mil juicios a los que presentarse. Otra que podes hacer es – sin asumir la culpa, que acá todos dirían ‘yo argentino, y a mí que me revisen’ [no se me ofendaaan que es una uruguayada ] – bueno, que pones cara de víctima y aceptas tomar un cursillo de conducir, teórico! No es de esos en que tenés que escribir 100 veces en el pizarrón ‘no debo cometer infracciones’ sino un multiple-choice del estilo ‘si Ud. ve una cartel de pare qué hace?: (a) paro, (b) aminoro la marcha (c) acelero y a mucho orgullo nacional’… Aparte del juicio, y del curso, parece que incluso hay abogados que por menos plata que lo que vale la multa te hacen estos trámites cosa de que vos - inocente criatura - ni pierdas el tiempo.

Conclusión, si aceptas la multa y pagaste, te jodiste con los seguros. Y lo que me jode no es joderme, que supuestamente es parte esa de hacerte responsable de tus actos y todos esos bemoles. Lo que me jode es que solo te jodes si sos bueno! Alternativamente, no sólo manejaste a la velocidad que se te cantó y no pagaste la multa sino que además haces perder tiempo y plata al sistema judicial, te cagas en el sistema, y seguís por la vida tan campante. El que no llora no mama y el que no afana es un gil.

Hasta creo que es mas sano para el conjunto que sea como en nuestros países y uno al ser detenido en la ruta pregunte amablemente al oficial que a ver “que como lo podemos arreglar”. Después de todo el resultado global es el mismo. El infractor paga un poco – pero siempre menos que la multa - y de registro ni hablamos. El sistema no se jode porque ni se entera. Y como si esto fuera poco hay un beneficiado extra que es el señor oficial que se embolsilla unos mangos. Si hacemos una evaluación de costos y beneficios a nivel del sistema en su conjunto pues parece que en el sur no estamos tan locos. Acá el costo global es mucho mayor, se mueve todo el sistema judicial, el beneficio para el infractor es semejante al de la coima (ya que algo termina siempre pagando), y el único potencial beneficiado en todo esto es el ocasional tachero que te lleva al juicio porque llegas tarde.

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La tercera es que debo confesar que… Es verdad que dos no es igual que uno más uno, y a veces cada uno por su lado es mejor. Es la reflexión que me merece el disco de Sabina y Serrat, que no me pareció ninguna maravilla. Lo digo con gran pena en el corazón, que Sabina me parece – y siempre me pareció – un maestro, al que seguiré incondicional y atemporalmente. A Serrat hace años que no lo escuchaba y le tengo más cariño de las épocas de mi primera juventud, pero aún ambos me parecen palabras mayores. Pero bue, que ambos juntos que se yo…

Tuesday, March 18, 2008

Malditas seis de la mañana

Algo AM, no suena el despertador, hace años que no lo uso en la vida cotidiana, pero aun así me despierto. Sabina diría ‘malditas seis de la mañana’…yo confieso que son solo las siete, pero tan malditas como las seis. Igual hoy son las siete, pero ayer eran las seis y anteayer ya ni me acuerdo. 'Me despierto' es un decir, algo de mí se despierta, pero creo que mis funciones avanzadas de ser humano siguen durmiendo aun – por suerte, alguien tiene que hacerlo.

Yo que listo el dormir a pata suelta en el ‘top 5’ de los placeres de la vida, no merezco esta jugarreta del destino y venir en seguidilla de madrugones. Que contra el insomnio no tengo nada, el programa aquel del biorritmo de la Apple compatible (o la Emi II? Ni me acuerdo, era pantalla verde e impresora de matriz…) decía – con precisión de horóscopo – que lo mío era la noche y yo siempre estuve de acuerdo. Maldita madrugada. Eso de que los pajaritos y la salida del sol y que se yo que cosas que emocionan a los seres matinales a mi me dan igual, y los pajaritos si me despiertan que los parta un rayo. En fin, que el insomnio todo bien, si no me puedo dormir es alegría, puedo disfrutar de mi hora preferida, cuando la ciudad duerme y es todo paz…yo con mi música, mis libros, mis ‘juegos para gente de-mente’ (bah, su equivalente), o lo que sea que de momento se me ocurra hacer para disfrutar esas horas, y en general mis ideas más brillantes u originales vienen de ahí. Pero no me pasa con frecuencia que no me pueda dormir.

Ahora… madrugar, e inútilmente, eso sí que me provoca indignación. Aparte de que me niego a levantarme. Pero ser un bollo marmotoso bajo el acolchado no produce el mismo placer que cuando uno, somnolientamente demora en despertarse, luego de haber dormido como un rey… no, no… en estos casos solo se sigue en la cama por cabeza dura. Que lo que sea que me haya despertado no me va a ganar a mi. Que a fuerza me voy a levantar a una hora prudente. Conclusión, lo que otrora era uno de los grandes placeres de la vida, es en este instante causa de mal humor, quién me ha robado el mes de abril?!

Pero últimamente me pasa esto de madrugar. Después de pensar sobre si al techo le venía bien una mano de pintura; sobre si debo pegar cartulina negra en las ventanas del cuarto en un intento pateticón de solucionar este tema de que en este lado del primer mundo no existan las persianas; después de comprobar empíricamente (todo por la ciencia) que el Tylenol-PM solo funciona cuando vas a cenar a casa de amigos y lo tomaste sin querer… me doy cuenta de que cuando madrugas sin querer no podes dedicarte a actividades muy profundas. Vos estas despierta pero tus neuronas no. Lo bueno es que ahora gracias al blog puedo hacer algo productivo: despotricar a los 4 vientos!

En estas horas de reflexión me di cuenta que este blog no tuvo introducción. No les di la bienvenida, esas cosas de orden. Así que vamos a listar que podemos esperar de este blog:
  • No esperen constancia. Este blog es un reflejo de mi personalidad ;).
  • No esperen orden. Este blog es un reflejode mi personalidad ;). Introducción, desarrollo y conclusión se lo dejo a los que entienden de literatura. Aca la bienvenida no va al principio… Esto - por ahora - es un ejercicio de escribir lo pasa por la mente pero sin pensarlo mucho, es casi hacer un ‘dump’ de la memoria – cual Dr. Watson ;)… no papá, no es el de Sherlock Holmes –.
  • Por cuestiones de ortografía quejarse con Mr. Gates que no corrige ‘asique’ y otras tantas. Sobre punto, barra, coma o la falta de ellas… Se hace lo que se puede, recuerdo siempre el rojo por todas partes cuando la maestra me devolvía la redacción ‘La Vaca’. Puedo y debo rendir mas.
  • Las ‘referencias culturales’ son inevitables, así hablo y así pienso. Seguro que no todos saben cómo es una ‘Copa Morini’ o a que ‘Dr. Watson’ me refiero… Si lo entendiste fue para vos. No pretendemos ser universales. Espero no tener que pagar copyright por todas las veces que le robo frases a Sabina.
  • Siempre tuve en el marote la idea de escribir. Pero escribir, lo que se dice escribir, no puedo porque no sé… Pero ahora que dejé las clases de canto quizá este sea otro camino exploratorio de mis inquietudes creativas. Nótese que no digo artísticas, que lo mío es sin pretensión. Aprovecho para contarles que mi próxima aventura al respecto del ocio y tiempo libre serán clases de flamenco. Por qué no?
  • En conclusión, no esperen nada concreto, ni pre-definible. Habrá que ver que sale :-). Parte de la gracia es estar en contacto. Me gusta recibir sus comentarios – aun que sean por email, pero pueden dejarlos aquí también en el link de comentarios – y saber que de alguna forma estamos más cerca.
  • Ahora sí: Bienvenidos!!!!

Sunday, March 16, 2008

Y vos... alquilas o compras?

Para contrastes está la vida, así que después de un sábado de fiesta en plan jóven despreocupada, el domingo la vida me fuerza a considerar grandes decisiones. Que resulta que pusieron a la venta mi apartamento, y cuando la dueña me llama a darme la mala noticia (porque igual implica que me tendría que mudar) yo no pude evitar mencionar que igual podría estar interesada en comprarlo…. “podría estar interesada” dije… así como también me podría interesar pasar un verano en Goa, la arqueología, o tantas cosas en la vida ;). Pero bueno, que en realidad hace tiempo que me pregunto si debo “alquilar o comprar” y cuando la oportunidad se presenta hay que considerarla, después de todo si fuese a comprar, me ahorraría varios costos y dolores de cabeza si comprara el lugar en el que vivo.

La cuestión es que como ellos no veían el apartamento desde que yo entré en él, querían verlo un poco para ver si tenían que preocuparse de algo, así que quedamos en que vinieran este domingo. Yo esperaba una pareja de árabes, porque él tiene un nombre un tanto arabesco, y esperaba una pareja de veteranos… por los prejuicios de la vida mis profesores y los dueños de mi casa deberían tener bastantes mas años que yo. Esta gente resulta ser una pareja de eastern-europeos, que me llevaban un par de años nomas, ella igual podría tener mi edad. Yo pensaba que venían a ver el apartamento 20 minutos y nos vamos – pero resulta que, como ellos se toman muy en serio las cosas en las que yo podría estar interesada, me invitan a almorzar para ‘hablar de negocios’ - , yo domingueando de camperita de jogging y con poca preparación para hablar de estos temas económicos de la vida allá voy.

Al principio la cosa era medio rara, de esas que te sentas a la mesa a hablar de negocios pero tenes los obligados sociales, así que cubrimos todos los temas de turno, que si el invierno era muy frio, que si la ciudad o los suburbios, en fin, cosas de esas. Yo que falte al curso de ‘small talk’ en esos casos y con poca originalidad siempre pregunto alguna versión refactoreada de ‘estudias o trabajas’ así que les pregunto si habían venido a USA a estudiar o a que. Resulta que los tipos son de Bosnia y que habían venido escapando de la guerra. Abre los ojos. A veces me pasa que me siento un tanto “boluda total” – © Nati - y ahí está uno hablando de banalidades cuando el de al lado te cuenta que durante la guerra en los packs de comida - que repartía no entendí quien – era buenísimo cuando te tocaba peanut-butter porque lo podías cambiar por lo que fuera, comida de verdad...ahí se te atraganta la papafrita y decidís sacar el piloto automático, poner primera, tirar el libreto del clima y hablar realmente con la gente que tenés al lado. Los tipos resultaron macanudos. Aquello del sueño americano, llegaron sin nada, él trabajaba de valet parking, hoy por hoy casa en los suburbios e inversiones inmobiliarias... aun así se querían volver a Bosnia que no todo en esta vida es tener. Almorzamos y ahí estuvimos como 3 hs de chachara durante las cuales el hombre se bajo ademas de la comida 3 copas de vino y un coponcio de helado al mejor estilo la Copa Morini… Las chicas – bajo la excusa que pronto llega el verano – muy moderadas nosotras solo plato y refresco light, mientras lo miramos a él ser feliz.

Finalmente hablamos de negocios, que pedían 325k pero que todo era negociable. Que ese era el precio de lista pero que no sabían con que número yo me sentía ‘confortable’, y yo le hubiera dicho que ‘confortable’ no me sentía ni con el precio del sanguche de pato que me estaba manyando, pero que por suerte lo pagaban ellos. Así que confesé que si bien me interesaba en términos generales, no tenía ni la más pálida idea de cosas como hipotecas, deudas, abogados, seguros y nada de eso. Y que tenía que arrancar por averiguar el ABC de cómo compra alguien algo acá. Y a ver si me vale la pena, que después de todo vivir sin deudas es importante. Sobre el capital, yo solo sé que lo escribió Marx, lo demás siempre me dio igual, si lo tuve lo gasté, pero bien que lo disfruté en su momento y ahora tengo un buen recuerdo de lo que haya sido de turno.

Así que esta semana me toca estudiar estas cuestiones financieras… ya tenía en el debe el tema del seguro de retiro… Ahora entre el seguro de retiro, el de salud, la hipoteca y el afín, demasiada cosa real para mi mente que prefiere en el fondo alquilar y tomar taxi… elementos básicos de la libertad ;). Yo y la cigarra siempre fuimos un solo corazón… y según Esopo ahí estarán las hormigas cuando llegue el invierno, o tambien podemos decir que – nuevamente parafraseando al viejo – Dios proveerá ;)…. Lo de las pobres hormigas no se lo tomen personalmente que esperamos no clavar a ninguno con mi alegre vivir ;).

El mundo de las opciones esta bueno, en este momento me comería un gruyerito o un manchego? Pues ahora pinta más un brie… así que tengo en casa de todos los quesos. Cada 15 días igual tiro alguno que no era roquefort y se confunde, es el precio de tener opciones. Si estimaste mal marchó medio queso, no hay dolor. Si le pegaste, tenias el queso justo que iba con esa ensalada, pegaba mejor con ese vino o la tostadita no sería lo mismo sin él. Calidad de vida.

En el mundo de las finanzas hay que leer la letra chica… bah! que hay que leer la letra grande y con eso ya tenés para divertirte… si le erraste no hay tu tía y que te saque Dios de allí… tus dolarillos bien ganados pasan a ser parte de lo que el viento se llevó, y más vale wii en mano que dolaretes volando. En este país al menos, en las cuestiones que involucran seguros o guita, ninguna de las opciones es la obvia elección. Si elegís “A” es a costo de “X” o alternativamente esta “B” a costo de “Y”, es difícil comparar una con otra y ponerle un valor a cada opción… parece cosa de Obtuso Ungé y así te quedaba la cabeza.

Pero bueno, a veces, si la vida te sirve en bandeja oportunidades que no podes perder, tenés que obligarte a considerarlas… porque si te toca perder, se pierde – que salvo Dieguito – todos entendemos que a veces te toca, pero si vas a perder que no sea por pelotudo. Ya les contare.

Paint it Green

10:00 am de una mañana nuevamente invernal – pero yo que llegué hace poco del verano, y que me convenzo de que mi realidad es más fuerte que ‘la realidad’, salí de remera quasi-verde y camperita primaveral – de más esta decir que al rato me costaba sacar alguna foto porque tenía las manos congeladas. Eso del poder de la mente es pura historia. De todas formas las inclemencias del tiempo nunca fueron un obstáculo, así que luego de conseguir un lugar preferencial ahí me quede a esperar que el río, ya bastante verde, fuera más verde aun.

Si bien la gente acá no festeja las fiestas como uno querría - que es todo como muy organizado -, hay algo que sí lo hacen bien, y es que se ambientan. 10:30 estoy colgada a una reja contra el río, con la única prenda de ropa verde que encontré en mi armario, y claramente soy de los pocos seres que no tienen sombrero de Leprechaun, la cara pintada o algo, en fin, que la gente acá se produce y se prepara, no son GCU, gente ‘del último minuto’. Pero hay que reconocer que la preparación tiene sus beneficios y estar rodeado de gente ambientada, te ambienta, aunque sean las 10 de la mañana y no hayas dormido bien.

Así que ahí estoy yo muy contenta entre sonidos de gaita – un gaiteiro perdido, al otro lado del rio, yo quería más! – las quejas del niño de al lado que estaba aburrido y con frío y los intentos de su madre de entretenerlo para poder ella ver al río pintarse de verde, entre los cantos de la peña ya en camino a estar un tanto alcoholizada que intentan cantar sin mucho éxito el Irish Rover… ahí estoy yo, una con el universo, haciendo caso omiso al frio y a mi falta de algo-verde (que la remera era verde pero no del correcto verde irlandés ;). Una fiesta para aquellos que disfrutamos del ‘people-watching’…

Nunca falta la gente que intenta darlo todo y unos canoistas, con correcta vestimenta apropiada a la fecha, se acercan muy contentos por el rio a intentar participar de la cuestión mas ‘hands on’, pero son corridos por la river police – que acá nunca falta la policía a barco, bici, caballo, segway o lo que sea -… me dio pena, merecían quedarse y hasta le daban mas color a la cosa…

Finalmente sí, pasan las lanchas que tiran una especie de polvo rojo – al compás de los victoreos de la gente – que va tiñendo el río, que toma un color digno de algún desastre radioactivo – no puedo evitar pensar en Homero Simpson -. De todas formas resulta que estoy del lado incorrecto del puente y que las lanchas no lo cruzan, así que no lo veo muy en primer plano como pensaba… Mi buen samaritano interior se compadece de las chicas de atrás que son mas petizas (ta bien, confieso, yo estaba sobre un escaloncito… ;), pero las pobres no veían nada, y que han venido de tan lejos y jamás han visto el rio teñirse de verde, en fin, parecían un cronopio sin sanguche de queso, así que después de ver la lancha pasar un par de veces amablemente dejé mi lugar en la reja y en fin, que parafraseando a mi viejo, hay lugar para todos en la viña del señor ;).

Igual ya tenía yo las manos bastante congeladas, así que cambio de rumbo.
Como yo en general no me entero, y salgo a ver qué onda sin mayores planes, sabía que había más eventos en el día pero no bien cuales, decido seguir a la multitud a ver ‘que pinta’. Por suerte la masa de gente de verde se dirige ordenadamente hacia un Parade que se hace cerca del parque. Parada obligatoria en Starbucks a conseguir algo que caliente mis manos…. En la tienda los empleados visten de verde, el café del día es ‘Shamrock Latte’, las cookies con obligada cobertura verde y dibujitos de trébol… la masa de gente dentro de Starbucks es más grande que la que había en el puente para ver el río. Abrirse camino hacia el amigo, que a voz de tenor gritaba ‘non-fat grande caramel macciato’ ‘extra hot chai cinnamon latte’ y afines fue duro… después de 20 minutos mi modesto ‘tall pepermint mocha’ no pintaba… mientras algunos otros vaya-a-saber-que se apilaban en el mostrador sin que nadie los reclamara, aquello era un caos… viva el azar, cacé un café cualquiera de los abandonados y seguí camino, la menta te la debo.

El Parade es otro mar de gente vestida de verde, no importa la edad, no importa de donde vengan, aca todos se anotan, y está bueno. Ahora sí, yo ya visto unos guantes verdes y sombrerito que me agendé por ahí, y por lo menos creo que voy a sobrevivir el evento sin cazar una gripe. Por algún motivo escuchar las gaitas siempre me da cierto nivel de piel de gallina o algo así, es una música que me llega… así que camino un rato siguiendo a los gaiteros, me hizo acordar a Melide en el Camino de Santiago… aparte de la banda de gaiteros, y un personaje ‘caballero del que se yo’ que merece mención, lo otro buenísimo del desfile era una banda de gurisas de algún instituto de baile irlandés. Impresionantes… El resto chuminguein, pero vamos que igual todo divertido.


Al acabar el Parade ya es un tanto tarde, tengo como un hambrecilla y convengamos bastante frío, así que digo igual pa’ casa me voy. A esta altura la gente ya se dispersa y los bares comienzan a llenarse de gente… aparentemente no nos preguntamos si ‘no es muy temprano para empezar a beber?’, y se ve que se respondieron que se puede hace rato. Por el camino a casa al borde del río, acompañan las infaltables bandas de desbundados, los sospechosos de siempre. En el camino diviso el ‘Lizzie Mc Neill’s’ y… me la debía, ya tengo gorro verde y no puedo ser menos, a por una cerveza verde, y eso que a mí que la cerveza ni me va. Pero, en el baile de disfraces de cada día, hoy toca St. Patrick’s y hay que hacerlo bien.