Monday, June 16, 2008

Swell!!

A veces uno tiene la suerte de estar en el lugar correcto y en el momento correcto. Ir a ver un concierto de una de tus bandas preferidas por lo general es algo que esta bueno, especialmente cuando sentis que no fue un concierto más en la línea de conciertos.

Hay veces en que la sensación es que compartiste un momento especial con el artista de turno. Algo así como cuando Lou Reed descubrió que se encontraba en un país en donde las cosas se movían lento y un conjunto de dinosaurios le gritaba “Vamo’ la velvet!” cuando el tipo iba por su octavo disco de solista, y a pesar de eso decidió que entonces igual era hora de pasarse a un repertorio más afín con su público y termino todo el teatro de verano dando un walk por el wild side.

Hoy fui a ver The Swell Season, la banda de los personajes de Once – la peli que elogié unos posts atrás -. Están de gira haciendo los temas de la película y algunos de los temas de la banda que ya existía hacía tiempo y gracias a la película como que pasaron de nivel. Se notaba que estaban felices de estar ahí. Ellos son bastante parecidos a sus personajes en la película – lo cual no es casualidad porque parece que en la peli como que los dejaron ser bastante, los temas son de ellos, etc.. ninguno de los dos son actores sino músicos..- pues ahí estaban contando como su banda la había peleado por años, como habían logrado llegar un día a tocar en Chicago en Belmont, como habían llegado al Hideout y un buen día al Metro y pensaban que era lo más... y ahora se veían en el Chicago Theater, y se notaba su alegría. El teatro tiene eso que hace que sea fácil entablar una “relación” entre artista(s) y el público y el concierto tuvo grandes momentos. Para mí lo mejor fue al final, en donde dejan atrás micrófonos y afines y se ponen a cantar una canción solo con guitarra y violín (sin amplificación ni nada) y organizan al teatro a cantar con ellos… y hasta terminan bajando y recorriendo el teatro cual murga.
El violín es un instrumento que da gusto ver tocar. El violinista era un irlandés mezcla de espadachín, indio que danza en torno al fogón, ninja y bailarín de vals. Al final del concierto le dejaron tocar un tema al él solo – que parece que también va de solista – así que toco un irish tune que estuvo impresionante.

Me gustó mucho una parte en que Glen Hansard mientras hace la introducción a una de las canciones – La Luna – en que dice que los humanos nos pasamos mucho tiempo pretendiendo o intentando no estar controlados por la naturaleza, pero que en última instancia si no dormimos nos morimos, si no comemos nos morimos, si no amamos nos morimos y que aunque no nos guste estamos controlados por la naturaleza. La canción va de un hombre que mira a la luna y levanta su puño cerrado diciéndole “No vas a poder controlarme!” … Quizá fue la forma en que lo contaba, o que mientras hablaba iba afinando la guitarra o que la luz era la adecuada, o lo que fuera, pero me llegó.... Igual es verdad que muchas veces por más que intentemos o pretendamos ponerle cabeza a las cosas, o intentemos rebelarnos, en última instancia, va a primar lo que está en nuestra naturaleza hacer. Supongo que esas cosas que nos revelan nuestras contradicciones siempre me llegan de alguna forma...

Realmente el concierto fue espectacular, el teatro esta impresionante – no había ido hasta ahora -, el sonido era buenísimo (cuando no pasaba el subway que hacia temblequear el piso, pobre gente que vive en la zona!) y la verdad que fue un disfrute total.

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