Una noche de estas, mientras comíamos la picadita de turno, en el iTunes iban sonando cosas al azar – como a mí me gusta – y por ahí salen varios temas de grupos uruguayos, lo cual sacó el tema del pasado y presente del rock uruguayo – o la música uruguaya en general. Del intercambio se aprenden cosa nuevas, y está bueno que te cuenten de lo que está sonando por allá y sobre cosas que uno se perdió porque no estaba, o porque ni se enteró. Así que mientras hablamos de esto y aquello, Ale me recomienda este o aquel grupo y en algún momento de la charla era necesario detenerse en el Cuarteto.
Cuando sale este tema yo siempre digo que, si bien me gustan mucho sus discos y su música, para mi los tipos son unos genios del lenguaje y que entre las cosas más brillantes que han hecho estan el sketch de “Elsa lame el salame” y la aplicación de la emie. La emie es el equivalente a la eñe, que la eme tiene tanto derecho a tener sombrerito en algunos casos como la ene. El sketch y material didáctico era brillante… lo vi cuando estaba por 5º o 6º de liceo y aun me acuerdo. Lo de “Elsa lame el salame” es mas reciente e igualmente desopilante. Para los que no lo conocen esto era un sketch en donde los tipos cuentan historias que terminan en una frase de este tipo por ejemplo diálogo entre un dentista y su asistente Beatriz, mientras el atiende a Sebastian y Beatriz se retira: “Vea Bea: Seba se babea. Se va Bea?” (o algo asi!! :)
Ahí Ale me cuenta que existe un libro: “Yo a este lo ablando hablando”. Yo flipo de alegría y salgo inmediatamente a mirar en Amazón a ver si puedo comprarlo, pero como tanta cosa uruguaya por más que sea fantástica no sale al mundo, algo así como el Tanat.. Mientras busco información sobre el libro, encuentro que hay un montón de gente que se dedicó a este tema y que la cosa viene desde los inicios de la literatura española cuando Quevedo le dijo a alguna reina: “Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja”. Parte del genio del asunto es que su majestad era medio renga nomas. La cosa tiene nombre y se llama “Calambur” (al hecho de cambiar el significado de las palabras reagrupando silabas o que se yo).
En estos momentos es que extraño a la gente con quien uno puede sentarse a elaborar historias sobre como “i beat the but of the bat with the bat” o como “la blanca vaca hacia la cancha camina, mira hacia atrás, salta la valla, pasa la raya…” y cuestiones del estilo que dan, aunque Ud no lo crea, para horas de entretenimiento. Pero mi creatividad claramente necesita contrapartes para elaborar estas cosas por lo cual se me complica calamburear... a Tololo!
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